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domingo, 26 de febrero de 2012

Look*

Bienvenidos al espectáculo. Damas y capullos cierren los oídos y tápense los ojos. Todo esto va como una cosa loca, sin control. Dicen que en este tablero hay una serie de reglas, pero yo veo que las fichas se mueven como les da la gana. Toda acción tenia una repercusión. Y, no. Esa no es la realidad. La realidad es saber que las normas no existen. Que alguien porque se esfuerce no siempre va a tener su beneficio. Que una persona buena no le van a tener que pasar cosas buenas por obligación, y viceversa. Que no te confundas compañera, que aquí todo vale. No salves el culo de alguien, porque seguramente los demás nunca salven el tuyo; y si lo encuentras no lo dejes escapar, aunque va a ser difícil. Vivimos en un mundo en el que las personas solo piensan en ellos mismos y después, en ellos, y más tarde en ellos otra vez; y si luego les da por ahí, pueden que se preocupen del perro de la vecina.Porque amor, las reglas no están escritas, pero tú, puedes cambiarlas.Porque, que si aquí nada es justo, yo seré injusta. Si son unos cabrones, a mi a eso nadie me gana. Si quieren que juguemos, jugaremos, con las mismas cartas

sábado, 11 de febrero de 2012

Lo que intento decirte es que entiendo lo que es sentirse el ser más pequeño, insignificante y patético de la humanidad y lo que es sentir dolor en partes del cuerpo que ni siquiera sabías que tenías. Y da igual cuantas veces te cambies de peinado, o a cuantos gimnasios te apuntes, o cuantas latas de Coca-cola te tomes, porque sigues acostándote todas las noches repasando todos los detalles y miradas que te dio. Y cómo coño en ese breve instante puedes pensar que eres tan feliz. A veces incluso logras convencerte de que ahora mismo se presentará en tu puerta. Y después de todo eso sólo le ves una pega a todas las tías extraterrestres, por llamarlas así, que han pasado por su vida, que no tienen espacio suficiente para recorrer con su nave, ni meses, ni años, ni lustros, ni décadas, ni siglos, incluso milenios para quererle un pedazito de todo lo que le quieres tú.
Ódiame. Hazlo de la manera que te apetezca, de la manera que quieras, que desees. Al fin y al cabo, sé, bueno, más bien, sabemos, que acabaremos arrodillados el uno frente al otro. El motivo por el que no ha pasado aún es porque nunca hemos estado solos, siempre nos odiamos en público. Qué cobardes… Estamos esperando ese maldito momento en el que nos encontramos y no tenemos más remedio que reflejar la verdad; que mirarnos a los ojos y ver que brillan más que la luz de la luna; que abrazarnos y sentir que nuestros corazones van al mismo ritmo, a mil por hora; que nos besamos y no sabemos muy bien como hacerlo, porque hasta este momento no hemos sido compatibles, hemos sido como dos polos opuestos que no eran. Vamos, no seas cobarde, quiéreme, o limítate a confesarme que me quieres en silencio, como yo
Reconozco que a veces soy la más idiota del mundo, una de las más bordes. Un día me verás de tan mala leche que te entrarán ganas de pegarme dos ostias y otro me verás dando saltos de alegría sin razón. Tengo mi habitación realmente desordenada, no soy muy constante en cuanto a mis trabajos, tampoco la más responsable. No me suelo enfadar, y si lo hago, tengo mucha facilidad para perdonar. Soy cabezota, muy cabezota, por no decir la que más; impaciente e impulsiva. Cuando quiero algo, hasta que no lo consigo, no paro. Aunque me lleve la misma vida. Soy así. No soy la más bonita, ni detallista. Soy demasiado atrevida en la situaciones equivocadas, en las que no, y siempre. Tengo millones de defectos y pocas virtudes, la verdad. Ahora, sé muy bien lo que es querer y valorar a una persona y en eso, soy una de las mejores.
Al final del día, todo lo que realmente queremos es estar junto a alguien. Así que, eso de que todos intentamos mantener las distancias, en realidad es pura mierda. Elegimos la gente que queremos tener cerca y, una vez elegidos, tendemos a mantenernos cerca aunque les hagamos daño. La gente que finaliza el día a tu lado, esos son los que merece la pena, y a veces cerca puede ser demasiado cerca, pero otras veces, esa invasión del espacio personal puede ser exactamente lo que necesites. Un día pensé que no había momentos perfectos, y hace unos días descubrí que me equivoqué, que sí existen los momentos perfectos, sólo hay que saber buscarlos, saber quitar importancia a los errores, a esos pequeños detalles
Y sí, me pueden las ganas, los besos, los labios, el lunar de tu cara, no sé. La forma en la que me miras, en la que me tocas o el ruidito que producen tus labios cuando me das un beso. Tus comentarios indecentes, la forma de interrumpir, de ponerme nerviosa, la tontería que tienes encima, el que te estoy ganando, tus mensajes, la forma maligna de la que te ríes de mí o tus manos alrededor de mi cintura, no sé. Solo sé que me sé esa película de principio a final, que tengo pensado gastarte la próxima vez que estemos frente a frente, tengo pensado dejarte marca, más honda que las anteriores veces. Mira, escucha, que te echo de menos, no te imaginas cuánto. Te amo, te amo, te amo y millones de veces te amo. Muy por encima de la gente, muy por encima de todo. ¿Está claro, no?

domingo, 5 de febrero de 2012

Al principio saltan chispas, una vez que esa luz se enciende comienzas a soñar, lo ves todo al revés, confundes la realidad de tal manera, que cuando de repente se apaga, te derrumbas. Y es que en la vida no se pueden esperar momentos buenos, ni malos. La vida cambia. Un día te despiertas tocando las nubes y otro te acuestas tirada en el suelo con mil heridas que no tienen cura, un millón de preguntas que no tendrán respuestas y un billón de respuestas de las que nunca te has planteado la pregunta. Sólo espera, ten paciencia. Porque el tiempo te dará la respuesta. Porque el tiempo va cambiando, pero la gente también. Porque aún queda un camino en la vida que debes escoger

Supervivencia.

Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes